Las uvas son un alimento que viene consumiéndose desde hace milenios por la humanidad. Son muchas las variedades que existen de uvas, cada una de ellas con sus propias propiedades y características. No obstante, por su textura, sabor y propiedades son uno de esos alimentos que todos deberíamos comer con cierta regularidad para el bienestar de nuestro organismo.
De acuerdo a recientes estudios relacionados con las uvas, se ha detectado que se encuentran asociadas con la prevención de enfermedades graves como el cáncer, la hipertensión y, en general, con las enfermedades del corazón, entre otras más, lo que da un valor añadido a la ingesta de esta fruta.
Las uvas son frutas muy hidratantes, pues están compuestas por altos niveles de agua. Además, son ricas en antioxidantes importantes para la salud ocular, entre los que se destacan la luteína y la zeaxantina. Para el caso de las uvas rojas, estas contienen resveratrol, un fitoquímico que nos protege contra enfermedades y condiciones crónicas.
A su vez, el consumo de uvas es un factor importante para evitar que caigamos en una zona de riesgo en cuanto a obesidad se refiere. Asimismo, contienen componentes esenciales para nuestra salud, lo que hace de las uvas un alimento ideal para la prevención de diversas enfermedades.
Las uvas también poseen quercetina, un elemento usado por sus propiedades antiinflamatorias, motivo por el que las uvas pueden ser usadas para calmar los efectos de las alergias en el cuerpo, incluyendo la secreción nasal, los ojos llorosos y la urticaria.
Por su alto contenido de agua, las uvas son una de las claves para combatir el estreñimiento, pues fomentan la hidratación de nuestro cuerpo. Todo esto sin olvidarnos de los altos niveles de fibra que presenta, una combinación idónea para regular las evacuaciones intestinales y, en definitiva, hacer del estreñimiento un problema del pasado.