Es habitual que los usuarios piensen que haciendo una limpieza a fondo consiguen un muy buen resultado en lo referente a la desinfección. Sin embargo, un aspecto no tiene por qué ir dado de la mano del otro.
En muchos casos las bacterias siguen campando a sus anchas a pesar de haber limpiado bien la superficie. Así pues, la salud de quienes viven en ese hogar continúa viéndose comprometida.
La situación es radicalmente distinta en caso de disponer de superficies que evitan la proliferación de las bacterias, siendo un claro ejemplo de ellas la cerámica antibacteriana.
Este tipo de superficies se encuentran a la orden del día. Cada vez están presentes en más viviendas, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta lo importantes que llegan a ser.
Beneficios de contar con superficies antimicrobianas
La primera de las ventajas la hemos mencionado superficialmente en los anteriores párrafos: evitan que las bacterias e incluso los virus surjan en la superficie en cuestión, lo cual se traduce en una mayor calidad de vida.
Si al hecho de disponer de superficies antibacterianas se suma una buena limpieza diaria y semanal, la presencia de patógenos pasa a reducirse a cero. Ello da pie a que se incremente al máximo el nivel de bienestar del que hacen gala los niños, los adultos y las personas de avanzada edad.
Atrás quedan los tiempos en los que se creía que este tipo de superficies beneficiaban sobre todo a aquellas personas que tenían hipersensibilidad a las bacterias. Nada más lejos de la realidad: lo cierto es que cualquiera puede disfrutar de las ventajas que proporcionan.
Es por ello que, con el paso del tiempo, se ha visto incrementado el número de consumidores que se muestran exigentes. Así lo demuestra el hecho de que solo se decanten por aquellos productos cuyos fabricantes deciden tratar con aditivos que tienen un gran poder antibacteriano.
Estas son las superficies antibacterianas más habituales en la actualidad
Gracias precisamente a la existencia de este tipo de productos, hoy en día no es difícil dar con casas y pisos que tienen superficies antibacterianas. Pero, ¿de cuáles hablamos exactamente? A continuación mencionaremos las que más se dejan ver en las viviendas en 2022.
Unas de las primeras superficies antibacterianas son las paredes. Para conseguir que en ninguna de ellas surjan y se acumulen las bacterias basta con pintarlas haciendo uso de un producto específico. Nos referimos a las pinturas antimicrobianas, las cuales registran más ventas que antaño al haberse popularizado los beneficios que brindan a los usuarios.
A la lista de superficies antimicrobianas hay que sumar otra que últimamente también se está dejando ver mucho en los hogares españoles. Nos referimos a las cerámicas antimicrobianas, cuya presencia ha aumentado drásticamente en los cuartos de baño.
Estos no son los únicos espacios que se ven beneficiados por la nula presencia de patógenos. Por si fuera poco, en la cocina también puede obtenerse un resultado similar, haciendo uso para ello de los conocidos como plásticos antimicrobianos.
Conviene destacar que este tipo de objetos también son muy beneficiosos para los más pequeños de la casa. Es innegable que los niños pueden sufrir gravemente las consecuencias de la presencia de bacterias en su hogar, las cuales desaparecen por completo gracias a dichas superficies que tan efectivas son.
Debido a los buenos resultados que proporcionan las superficies antibacterianas, paulatinamente han ido proliferando hasta pasar a estar presentes también en numerosas oficinas. Muchas empresas saben que pintar las paredes y el techo con una buena pintura que disponga de los oportunos aditivos beneficiará a sus empleados y, por ende, también a la productividad.