Alimentarnos es una función básica que debemos realizar las personas de forma diaria. La misma nos permite obtener una amplia variedad de nutrientes contenidos en los alimentos, dentro de los que se encuentran: macro nutrientes y micro nutrientes. Las macro nutrientes se requieren en grandes cantidades y se los clasifica en glúcidos, líquidos y proteínas.
En cambio, los micro nutrientes se requieren en bajas concentraciones, estando compuestos por minerales, vitaminas y oligoelementos.
Existen algunas enfermedades vinculadas a la alimentación, que determinan algunos cambios que deben realizar las personas afectadas. Un ejemplo es la celiaquia, una enfermedad auto inmune que produce en el cuerpo lesiones a nivel intestinal frente al gluten contenido en la dieta.
Las personas celíacas como primera medida deben evitar todo alimento que tenga gluten en su preparación, siendo que el mismo se encuentra en los siguientes cereales: avena, trigo, centeno y cebada. Su consumo produce molestos síntomas, perjudicando su calidad de vida.
Algunas personas tienen intolerancia a la lactosa, siendo necesario evitar los productos lácteos que la contengan, como leche, yogur y algunos tipos de postres.
Nuestro tubo digestivo es propenso a múltiples agresores contenidos en nuestra dieta, como por ejemplo los condimentos picantes, como caracteriza a las comidas mexicanas. Los mismos producen, consumidos de forma abundante y habitual, lesiones a nivel del estómago y el intestino. En personas susceptibles puede producir trastornos digestivos molestos.
Es necesario tomar conciencia de los posibles problemas de salud y enfermedades vinculados a la alimentación, para modificar nuestros hábitos como forma de adquirir una mejor calidad de vida a mediano y largo plazo.