Las dietas líquidas no deben ser usadas para bajar de peso o adelgazar. Son dietas para enfermos pacientes que no pueden ingerir alimentos sólidos, por razones médicas, como en pre y post operación quirúrgica estudios de alta complejidad, o un paciente que presenta deshidratación, con vómitos o diarreas y que pierden mucho líquido, etc.
Son restringidas en celulosa, fibras, glúcidos, etc. es real que puede perder peso, pero se siente un decaimiento muy molesto, su uso debe ser una excepción en respuesta a situaciones muy especiales.
Puede seguir una dieta líquida depurativa y para desintoxicación por un período corto, por ejemplo 24 horas. Bajo control médico resultan muy efectivas en personas de gran sobrepeso que enfrentan dietas de 600 u 800 calorías diarias.
Un modelo dieta líquida es:
- Una etapa de ayuno con alimentación liquida de 600 a 800 calorías al día durante 12 semanas
- Un dietista profesional , selecciona los grupos de alimentos en base a una persona en particular, no se puede usar en otro paciente
- La persona que se somete a esta dieta debe comer sólo lo indicado en las porciones y con los alimentos ya indicados.
- En ocasiones incluye ejercicios de 30 minutos aerobicos por día, seis días a la semana.
El problema con todas las dietas no es perder peso, sino mantenerlo. Casi el 95% de las personas que dejan de hacer dieta para volver a sus antiguos hábitos alimenticios recuperan el peso perdido y algunos kilos más. Esto se conoce como el efecto yo-yo. Este es el gran problema de las dietas líquidas usadas con el fin de perder peso.