Una mujer no debe jamás recetarse a sí misma medicamentos para dormir, para el dolor de cabeza o purgantes.
Hasta para tomar los remedios más corrientes conviene consultar al médico, y ajustarse siempre a las dosis prescritas por él, (los médicos disponen de listas de medicamentos que no deben recetarse durante el embarazo por el bien de la misma embarazada y del feto).
La talidomida, medicamento para aliviar las molestias del embarazo (náuseas, vómitos etc.), por ejemplo, causa terribles malformaciones en el feto.