La cosmética natural gana posiciones en el mercado dedicado a la belleza y el bienestar y pone a nuestra disposición diversas posibilidades para vernos bien y tener una piel fantástica y saludable.
Cremas básicas que no deben faltar ya que la acción de estos productos puede complementarse de manera excelente con otros que protegen la piel y la dejan hidratada y luminosa.
Las sustancias como los aceites naturales faciales son productos excelentes que se aplican sobre la piel del rostro y logran preservarla de impurezas además de como nutrirla, evitando además sufrir de envejecimiento prematuro.
El mejor momento para aplicar los aceites naturales es por la noche y luego de haber limpiado el rostro, para que sus propiedades sean aprovechadas al máximo.
La frecuencia con la que es recomendable utilizarlos sobre el rostro es de una vez por semana ya que al ser muy concentrado será suficiente utilizarlo por la noche y no aplicar entonces la crema nocturna de rutina.
Este tipo de aceites pueden utilizarlo las mujeres de hasta cuarenta años pero acompañado con alguna loción humectante que es más suave y fluida para la piel, ya para pieles más maduras será necesario asociarlo a un tratamiento antiarrugas.
Si se trata de pieles secas y se utiliza como tratamiento de nutrición se utilizará siempre aceite de almendras que además sirve para tonificar los músculos del rostro, evitando así la flacidez.
En cambio, en una piel de tipo graso se aplicarán aceite de menta que libera el exceso de oleosidad característico en estos casos.
Si se padece de acné, unas gotas de aceite de avellana será el complemento ideal de cualquier tratamiento ya que posee propiedades astringentes además de dar mayor firmeza a los tejidos.
Asimismo, cuando el problema son las primeras arrugas y las líneas de expresión en la zona de contorno de ojos el aceite de palta, conocido también como aguacate, puede utilizarse cada noche aplicándolo con movimientos circulares suaves para su mejor penetración.
Cualquiera de estos tratamientos siempre deberá completarse con una aplicación semanal de una mascarilla que sea adecuada al tipo de piel, con ello se logrará una limpieza profunda de la piel del rostro quedando perfectamente preparado para recibir posteriormente el tratamiento nutricional adecuado.