Los berrinches siempre significan algo. Puede tratarse de frustración, incomprensión, no ser capaz de actuar, ansiedad, rebeldía, etc. A través de los berrinches, el niño exterioriza la avalancha de emociones que se apodera de él.
Ha y que recordar que un niño pequeño todavía no ha adquirido los instrumentos necesarios para manejar una desilusión, que puede ser la producida por un rechazo o por una momentánea falta de disponibilidad de mamá. Para dominar esta habilidad, necesita tiempo y la ayuda de sus padres.
¿Cómo hay que reaccionar ante un berrinche?
Espera que se calme
En este momento, tu hijo no puede controlar sus emociones. Espera un poco a que vaya desapareciendo el enfado; el mejor método es no hacerle caso o dejarlo solo un rato.
No te dejes llevar por su berrinche
No des tu brazo a torcer y, sobre todo, no actúes como él. Tu actitud le servirá de ejemplo.
Demuestra que su berrinche no te da miedo
Cógelo en brazos para contrarrestar su agresividad. No se trata de que lo acaricies, sino más bien de que intentes evitar que la rabieta vaya a más. Si actúas así, le demuestras que su estado de exaltación no te da miedo.
Conversen sobre lo que pasó
Una vez que se le haya pasado el enfado, analizen juntos lo sucedido sin que intervengan terceras personas para castigarlo (el padre, por ejemplo).
Ponte firme
Total indiferencia, tranquilidad y profunda convicción de hacer lo correcto: son las palabras clave para los padres. Cada vez que el niño se enfurece y se rebela con berrinches hacia una norma, o bien si pretende obtener a toda costa algo que se le niega.
Todos los niños poseen una «antena» muy especial.- con la que son capaces de captar con claridad si sus padres están convencidos de lo que están haciendo (y, por lo tanto, si su postura es firme) o, por el contrario, si vacilan porque no están muy seguros de su negativa, o bien porque se sienten desorientados por el berrinche del pequeño. En el primer caso, el niño se suele calmar rápidamente, desconcertado por el hecho de que su reacción no impresiona en lo más mínimo a mamá y a papá. Sólo en el segundo caso, el berrinche se puede prolongar, puesto que el niño busca la posibilidad de salirse con la suya.
Expresa tus sentimientos
Si no has podido reprimir tu exasperación díselo. Todo el mundo pierde la paciencia alguna vez.
No deben asustarse si deja de respirar
En el transcurso de una crisis violenta de llanto, el niño se puede quedar unos segundos en apnea. Si se da este caso denominado «espasmo de llanto», su rostro puede adquirir una tonalidad azulada, debido a la reducción temporal de oxígeno en el cerebro.
En raros casos, el fenómeno puede ir acompañado de leves espasmos musculares.- es decir, de movimientos repentinos e involuntarios del cuerpo y de las extremidades, que también se deben a la carencia de oxígeno. Los episodios de apnea, comunes, sobre todo, en niños muy inquietos, no deben suscitar preocupación, ya que desaparecen en pocos segundos de forma espontánea. En estos casos, es conveniente tranquilizar al pequeño acariciándolo y hablándole con dulzura.
Para interrumpir la apnea, puede ser útil soplarle repentinamente en la cara o dentro de la boca.