Quizá la caída del pelo sea lo que menos importa cuando se padece de algún tipo de cáncer, pero para las mujeres es muy importante su cabello, es parte de su ser y después de haberse sometido a un intenso tratamiento de quimioterapia es imposible no perderlo.
Recordemos que la quimioterapia es una guerra química que se realiza de forma organizada y la radiación es tan solo el comienzo de esta inevitable perdida, posteriormente sigue el uso del medicamento que evita el crecimiento de células y tejidos, incluyendo el cabello.
La caída del pelo se puede extender de tres a seis meses después que el tratamiento de quimioterapia ya ha finalizado y muy rara vez se detiene cuando la radiación ha concluido.
Los desequilibrios y problemas hormonales como la tiroides también pueden provocar que el cabello sufra las consecuencias, causando efectos sin precedentes en el crecimiento y desarrollo normal del pelo.
Las personas que padecen de anemia también están expuestas a sufrir daños en su área capilar, esto es debido a la falta de hierro en la sangre, que es sumamente necesario para mantener sanos los folículos del cabello.
El estrés no es considerado una enfermedad, pero su sintomatología o señales provocan reacciones en nuestro cuerpo que también causan la pérdida del cabello, emociones como la ansiedad, irritabilidad, miedo, fluctuación del ánimo, confusión o turbación son la señal de alerta que nos indica que estamos propensos a cualquier tipo de enfermedad.
Pero la enfermedad que directamente afecta al cabello se llama alopecia y este puede afectar tanto al cuero cabelludo como a otras áreas de la piel donde exista la presencia de bellos, como son las axilas, las pestañas, genitales, bigote y barba.