Todos alguna vez consumimos productos envasados en aluminio. El aluminio es el más ligero de los metales y tiene miles de usos. Algunos de los más masivos son latas de cerveza o refrescos ya que por su flexibilidad y resistencia permite hacer envases muy
delgados.

Como reciclar latas

Para su reciclaje, sólo hace falta comprimir las latas y almacenarlas hasta tener una cantidad razonable para llevarla al centro de reciclado. El reciclaje de envases de aluminio es muy fácil para el consumidor, tanto en su separación, su almacenaje y su transporte.

Una vez recuperado, el material es tratado para eliminar otros residuos y es refundido para la fabricación de otra nueva lata o de cualquier producto metálico. Este proceso se puede repetir indefinidamente. Recordemos que por ser un material con muchos usos, es posible recliclarlo para varias industrias y no sólo para orientado para la industria refresquera. Los expertos aseguran que se salva suficiente energía reciclando una lata de aluminio como para hacer funcionar un televisor durante 3 horas y media. Produciendo latas con aluminio reciclado, reduciríamos además la contaminación del aire ocasionada por su producción en un 95%.

Lo más recomendable es no adquirir envases metálicos si no resulta estrictamente necesario. El mejor reciclaje es aquel que no llega a producirse.