Cuidar del medio ambiente no es una tarea fácil. Apenas hace un siglo que nos comenzamos a interesar de manera medianamente global por las drásticas variaciones y cambios que se empezaban a notar en la forma como siempre habían sido y lucido la fauna, el suelo y la flora y como ahora se estaban deteriorando o exterminando debido a actividades humanas.

Los cambios en el medio ambiente son normales, el planeta Tierra ha experimentado grandes heladas y sequías, derretimientos de glaciares, erosiones de montañas e inundaciones durante tiempos donde ni siquiera existía la raza humana. Sin embargo, hay algo que no es normal: la aceleración con la que está sucediendo estos cambios, y allí donde debemos actuar.

Las pequeñas acciones, unidas, pueden lograr grandes cambios, así que hoy hablaremos de tu aporte desde el simple hecho de modificar tus hábitos para mantener el calor en el hogar, de manera que sean amigables con el medio ambiente.

 

Pensando en verde

Para afrontar el invierno, las fuentes más comúnmente conocidas de calor, y fácilmente encontrables o edificables son según zyzclima.com los radiadores la calefacción y as chimeneas.

Los radiadores, aunque requieran de un costo en electricidad, ni despilfarran recursos ni contaminan el ambiente, además puedes reflectar su energía con papel aluminio, por lo cual podría ser el mecanismo que mejor te funcione. Unido a ésto, puedes utilizar también cortinas aluminizadas.

 

Las chimeneas, aunque simbolizan, tal vez, el medio más económico, constituyen la opción más contaminante y menos cómoda: hay que talar leña, limpiar el hollín y, de paso, contaminan el ambiente con CO2, gas de efecto invernadero, terrible.

En cuanto a la calefacción, si bien es el sistema más cómodo, es a su vez el más caro y despilfarrador de recursos: el agua, caliente, debe correr por dentro de las paredes para mantener el hogar tibio; es decir, no estás contaminando directamente el ambiente pero estás agotando agua que pudiera estar en otros lugares.