Maquillarse está lejos de ser una práctica moderna. Este pequeño arte es depositario de una larguísima tradición, pues las primeras cremas y productos maquillantes se remontan a la China del 3.000 a. C. Faraonas, reinas y celebridades —desde Cleopatra e Isabel I hasta Audrey Hepburn y Grace Kelly— se han distinguido por un makeup impecable gracias a la maestría de una cohorte de doncellas y criados primero y de maquilladores personales después.
Aunque las mujeres de hoy carecen generalmente de estos aliados, pueden suplir su falta iniciándose en los secretos del automaquillaje paso a paso. ¡Las siguientes recomendaciones te ayudarán a lograrlo!
Cómo maquillarse una misma, en 6 sencillos pasos
El automaquillaje engloba, como concepto, las diferentes técnicas y prácticas destinadas a maquillarse una misma, sin la intervención de terceros, profesionales o no. Para obtener los resultados deseados, es necesario familiarizarse con la teoría antes de acumular horas y horas de práctica.
Lógicamente, aprender a maquillarse como un profesional de la talla de Mario Dedivanovic o Hung Vanngo requiere un esfuerzo adicional (por ejemplo, mediante libros y cursos de automaquillaje Madrid). Pero el siguiente step by step es un excelente punto de partida para las profanas en la materia.
Paso 1: preparar e hidratar la piel
De la limpieza e hidratación de la piel depende el éxito general del maquillaje, por lo que este paso no debe tomarse a la ligera. Para ello, se emplearán los aceites y geles limpiadores, productos indispensables en cualquier neceser, al igual que las cremas hidratantes, que deberán aplicarse con especial cuidado en el contorno de los ojos y otras áreas delicadas.
Paso 2: corregir las imperfecciones
En respuesta a cómo maquillarse paso a paso, la corrección de imperfecciones faciales es una tarea preliminar, a menudo subestimada. Las ojeras, bolsas, manchas, granitos, arrugas y otros defectillos del cutis suponen un obstáculo a la hora de lograr el makeup deseado. Por esta razón, se utilizarán correctores adaptados al tipo de piel para disimular estas irregularidades, que tanto afean el resultado final.
Paso 3: realizar la prebase
Antes de proceder con las bases maquillantes, es necesario disponer el ‘terreno’ por medio de cremas que unifiquen la piel. La llamada prebase exige el uso de una serie de productos etiquetados como primer en el rostro. Por lo general, se comercializan en formato crema y se aplican en el dorso de la mano, para facilitar su distribución en el párpado inferior, las mejillas, etcétera. Y es que saber cómo maquillarse implica el dominio de prebases y primers.
Paso 4: aplicar la base
Las bases de maquillaje comprenden un amplio escaparate de productos (líquidas, en crema, para pieles secas, etcétera) con la finalidad es preparar el ‘lienzo’ del rostro, antes de aplicar el lápiz de ojos, los polvos bronceadores, etcétera.
Lo fundamental en este paso es elegir bases de un tono que armonice con el de la piel, evitando los excesos y respetando patrones como la famosa ‘zona T’. Las bases deben fijarse con ayuda de polvos traslúcidos, matificantes y otros productos disponibles en cualquier comercio dedicado.
Paso 5: contornear el rostro
Mediante el maquillaje de contorneo, o contouring, podemos ‘moldear’ el rostro jugando con las luces y las sombras, siempre en busca de resultados favorecedores pero naturales. Para conseguir estas metas del automaquillaje paso a paso, es importante servirse de una brocha tupida para, aplicando unos leves toques, repartir los iluminadores y polvos contorneadores de manera uniforme y eficaz. Primero, se iluminarán los pómulos, mandíbula y tabique nasal; después, se procederá a contornear, y por último, se difuminarán los trazos.
Paso 6: definir la mirada y la sonrisa
Para completar el maquillaje paso a paso de ojos deben utilizarse delineadores, lápices de cejas y sombras de ojos en colores que casen con los de la piel y el iris de la persona interesada. Respetando una serie de patrones de eficacia demostrada, pueden obtenerse resultados extraordinaros desde el primer día.
Por ejemplo, los ojos azules pueden realzarse con el uso de productos maquillantes de tonos como el naranja o el rosa pálido, mientras que los ojos de iris marrón y verde potenciarán su mirada con sombras y eyeliners de tonos violeta, rojo, dorado o azul. Estas directrices son orientativas y deben adaptarse a los gustos y propósitos de cada persona.
¿La guinda del maquillaje? ‘Dibujar’ la sonrisa mediante perfiladores de lápiz y en crema, labiales sólidos y líquidos y el siempre útil gloss o brillo de labios. Con ello, se procederá a contornear los labios, aplicar la barra de labios con precisión, resaltar los bordes con un lápiz blanco y agregar una capa de gloss, broche de oro necesario para quienes huyen del efecto mate.