Los poros dilatados se generan por sobremanera en las pieles grasas ya que las personas que las poseen generan sebo (grasa cutánea) en proporciones mayores que el resto de las personas. Cuando los poros se llenan de secreciones grasas comienzan a dilatarse obstruidos por la acumulación de impurezas y células muertas.
Uno de los problemas es que una vez abiertos los poros no vuelven a cerrarse, creándose un círculo vicioso, ya que nuevamente se llenan de impurezas y el proceso de dilatación continua de forma indefinida, trayendo muchas veces problemas de infecciones en la piel.
Sin embargo y a pesar que no puede disminuirse el tamaño de los poros una vez dilatados, existen diferentes maneras para que éstos luzcan más pequeños y no continúen agrandándose.
Entre ellas encontramos:
Limpieza adecuada de la piel: Mantener la piel limpia es indispensable para que los poros no sigan dilatándose, para ello es necesario limpiar diariamente la piel quitando todo rastro de maquillaje, utilizando siempre lociones o cremas limpiadoras y un tónico astringente para cerrar los poros luego de la limpieza y que éstos no se dilaten.
Exfoliación: El uso de productos exfoliantes ayuda a remover las células muertas. Utilizar mascarillas purificantes es un tratamiento que debe realizarse una vez por semana para mantener la piel limpia y los poros cerrados.
Utilizar productos con Vitamina C: Para una exfoliación correcta de la piel que tiene los poros dilatados se aconseja utilizar productos que contengan vitamina C, Niacinamida, ácido glicólico o retinol.
La microdermoabrasión: Es un tratamiento recomendable que logrará que los poros tengan una apariencia más pequeña. Por otra parte, en pieles grasas donde los poros siempre se encuentran muy abiertos el maquillaje es un buen aliado. Utilizando siempre una base liviana y aplicando el maquillaje con esponjas o pinceles bien limpios, evitando así que las bacterias que se desarrollas en este tipo de aplicadores puedan provocar infecciones en los poros.
Una vez por mes es necesario realizar una limpieza profunda de la piel del rostro para que los poros se mantengan cerrados y no se produzca una dilatación excesiva.
También el beber como mínimo dos litros de agua diariamente ayudará a eliminar impurezas y toxinas del organismo que muchas veces son la causa principal de la piel grasa y los poros dilatados.
Una vez cada dos meses es recomendable hacer una limpieza profunda de la piel con un profesional, esto asegurará que el rostro está libre de impurezas, como espinillas, puntos negros y hará que los poros no se dilaten.
La dieta también influye agravando este problema de piel, por ello algunos cambios en los hábitos alimentarios puede mejorar bastante el cuadro. Consumir mayor cantidad de frutas y hortalizas, evitando las frituras, carnes rojas y dulces como el chocolate, ayudará a que el organismo también se depure, algo que se reflejará en una piel más sana.