Muchas madres y padres se han beneficiado de estas comidas congeladas para niños y es que nos ahorran tiempo y son muy prácticas, para garantizar que estemos suministrando a nuestro hijo los alimentos de mejor calidad, es necesario tener especial atención en cuanto a las siguientes recomendaciones que mencionamos a continuación:
- Hay que escoger los correctos: al momento de llevar a casa los alimentos de tu hijo, debes asegurarte de estar comprando el ideal para él, como por ejemplo si se trata de pescado, será más conveniente lomos o filetes que las colas. Siempre compra pensando en las necesidades de tu hijo. Así como también es importante asegurarnos de que el envase o empaque del mismo no está roto, ni se ha descontinuado la cadena de frio asegurándonos de que el color del alimento es uniforme en todas sus partes, ya que si este no ha sido congelado correctamente y ha variado su temperatura estaríamos adquiriendo un producto que posiblemente ha comenzado a proliferar bacterias.
- Antes de comer: siempre hay que tener en cuenta que el proceso de descongelación juega un papel muy importante en la calidad y sabor final de nuestros alimentos congelados, para esto se debe prestar atención a lo impreso en el empaque acerca de su adecuado proceso de descongelación ya que éste varía de un producto a otro, siendo algunos de preparación directa y otros de descongelación lente. En el caso de pescado carnes, es recomendable colocar en la nevera incluso 24 horas antes de su preparación en una rejilla sobre un envase para separar el agua del alimento, no es bueno poner a descongelar a nivel ambiente, también es válido emplear el microondas en baja potencia.
- Fecha de vencimiento: si alguna vez has escuchado que los alimentos congelados pueden durar mucho tiempo en ese estado sin caducar, esto es falso, todos traen su respectiva fecha de caducidad o vencimiento impresa en el empaque, se debe tomar en cuenta la misma para su correcto almacenado si queremos prolongar la vida del mismo hasta su fecha tope, se debe meter al congelador o freezer a temperaturas más bajas o iguales a menos 18 grados centígrados. Garantizando su apariencia, forma y sabor al momento de consumirla en el marco de la fecha tope.