¿Te sientes en territorio desconocido? No temas, te dejo unos cuantos consejos para facilitar una vida más comprensible y llevadera en los meses que vienen…
- Oficialmente eres una persona con una temperatura mayor de lo normal. El metabolismo se acelera haciendo sentirte cansada y llena de sudor en situaciones que antes no lo hacía…no te preocupes, viste con ropa ligera, con colores claros, cómoda y bebe mucha agua.
- No lleves sujetadores con aros, podrían dificultar el crecimiento de las glándulas mamarias.
- ! Quizá empieces a roncar! Las hormonas de embarazo pueden hacer que las membranas de la nariz se ablanden y se hinchen. Si tu pareja entra en shock déjale que pruebe la habitación de invitados así irá practicando para la llegada del bebé…
- La reflexología es buena para la retención de líquidos.
- Apúntate con tiempo a clases prenatales, suele llenarse el cupo con bastante rapidez.
- Las barrigas de las embarazadas suelen ser barrigas que empiezan a picar. Suele ser debido a que la piel se tensa al crecer el bebé, si los picores se esparcen por el cuerpo, consulta con el médico ya que podría deberse a ciertos problemas hepáticos.
- Por muy cansada que estés, nunca te saltes ningún control prenatal. Todos son importantes para asegurar una correcta salud de la madre y del futuro niñ@!
- Guarda una pequeña fruta cerca de la cama, las náuseas del embarazo son peores con el estómago vacío!
- Si tienes la suerte de irte de vacaciones planéalas con antelación, muchas aerolíneas no dejan volar a partir de la semana 36.
- El aceite de almendra puede evitar el desgarramiento durante el parto, aplícalo a partir de la semana 33 en la zona del perineo, ayudará e iréis más relajadas al parto.
- No pares de hacer ejercicio, solo disminúyelo a medida que tu bebé va creciendo.
- No tomes té con las comidas. El cuerpo de la madre necesita absorber gran cantidad de hierro de los alimentos y el té puede cortar ese proceso. Tómalo entre comidas.
- No te asustes si notas cierto flujo vaginal. Las células del cuello uterino se suavizan y junto con los cambios hormonales pueden expulsar un cierto flujo lechoso. A no ser que sea verde, huela mal o contenga sangre no hay que preocuparse.
- El bebé no sabe que estás haciendo el amor.
- El sexo puede sorprenderte. Puede ir desde no parar de pensar en el sexo a aborrecerlo. Los senos pueden estar más sensibles y los orgasmos convertirse en múltiples o puedes llegar a poner una mueca de dolor a la mínima caricia. No te preocupes eres normal, son cambios que aprenderás (o te encantarán) a vivir con ellos.
- Los sonidos que el bebé oye mejor son aquellos de los registros de la voz humana. Cuéntale historias o canciones, los estudios demuestran que los bebés tienden a relajarse al escuchar canciones o historias que han oído en el vientre materno.
- Puede ser que te notes más olvidadiza. Hay una cierta amnesia durante el embarazo que es muy común e incluso algunas investigaciones sugieren que el cerebro de la embarazada reduce su actividad un 5%! Lo bueno es que al final del embarazo la memoria vuelve a lo normal.
- Es más fácil establecer la lactancia si continúa con la misma dieta antes y después del parto. El bebé reconocerá el sabor de la leche materna y lo asociará con aquel del líquido amniótico.
- Olerás diferente.
- Prepárate para inesperados cambios de humor. Raros. Desde relámpagos de ira, lloros incontrolables o miedo exagerado. No te estás volviendo loca…estás embarazada!
Foto: Bebes Victoria